La comuna de Coquimbo parecía en pleno en verano, miles de personas disfrutando de la playa de Peñuelas, incluso algunas con mesa y quitasoles para capear el día despejado.
El ambiente era como La Pampilla. Familias completas transitando y disfrutando de la presentación de artistas en un escenario habilitado a la altura del kilómetro 465. Pero algo estaba por venir, un cambiar del cielo y temperaturas minuto a minuto a partir de las 16:00 horas aproximadamente.
Era el momento de regresar a la playa y la emoción se tornó increíble. El calor se transformó en unos 8 °C, y el día en noche por un poco más de 2 minutos. Familias llorando, abrazos y uno que otro “esto es impresionante”.