Por Isaías Sharon, CEO de HPI International
La educación superior ha sido una herramienta poderosa para la movilidad social, económica y cultural en los países. Sin embargo, en los últimos años ha habido una disminución en su matrícula. Según un informe del Instituto de Estadísticas de la UNESCO, en el año 2019, la tasa bruta de matrícula en la educación superior a nivel mundial fue del 38%, lo que indica que solo una fracción de la población mundial tiene acceso a la educación superior.
Uno de los factores en esta problemática es la brecha de competencias. Muchos estudiantes no están preparados adecuadamente para las exigencias que conllevan los estudios superiores y carecen de las habilidades necesarias para tener éxito en este nivel. Esto a menudo se debe a la falta de acceso a una educación de calidad en los niveles anteriores, sumado al aumento de los costos de los aranceles, la falta de diversidad en las instituciones y la falta de oportunidades de empleo para los graduados, quienes enfrentan un entorno laboral cada vez más competitivo.
Ante lo anterior, es fundamental que repensemos los sistemas de admisión con especial foco en educación continua. Para eso, una forma sería modernizándolos, considerando la brecha de competencias existente, incluyendo el uso herramientas de evaluación más innovadoras como las evaluaciones basadas en competencias.
En este caso, el modelo de innovación Edtech de triple impacto puede ser excelente para mitigar dicho problema. Este se centra en el uso de tecnología para mejorar la educación y crear un impacto positivo en las instituciones, los estudiantes y los empleadores, comprendiendo la necesidad sistémica de conectar a estos tres actores de forma sincrónica, para enfrentar los desafíos de la sociedad actual.
Este modelo puede incluir la implementación de herramientas de enseñanza y aprendizaje más innovadoras, como la gamificación y el aprendizaje basado en proyectos. Además, puede ayudar a las instituciones de educación superior a mejorar la eficiencia y la efectividad en la entrega de la educación.
Finalmente, no debemos olvidar que la educación superior sigue siendo la mejor herramienta de movilidad social, económica y cultural en los países, pero la disminución de la matrícula en la educación superior es un problema que necesita ser abordado. Con la implementación de estas soluciones innovadoras, podemos hacer que la educación superior sea más accesible y relevante para todos los estudiantes, y así seguir siendo una herramienta poderosa para la movilidad social, económica y cultural en los países.