Este evento es parte del programa especial de salud y pueblos indígenas (PESPI) que busca la reivindicación de los pueblos originarios a nivel nacional.
El pasado 9 y 10 de noviembre se llevó cabo la actividad denominada “Encuentro con la sabiduría de nuestras abuelas elquinas”, parte del Programa Especial de Salud y Pueblos Indígenas (PESPI) y que busca la reivindicación de los pueblos originarios a nivel nacional.
Camila Díaz, psicóloga, facilitadora intercultural del programa PESPI y perteneciente a la asamblea de pueblos originarios del Valle de Elqui por el pueblo Colla, detalla esta actividad como una forma de volver a las raíces “el feminismo visto desde los pueblos originarios tiene que ver con un feminismo comunitario que es volver a las raíces y escuchar a las abuelas, cual es la palabra de las abuelas que han mantenido el legado histórico desde la forma como sanamos, como las mujeres han sanado también a sus familias, a sus comunidades, sus territorios y acá en el Valle de Elqui hay mucha memoria histórica por parte de las abuelas que han habitado acá y esta actividad surge como un encuentro para escuchar que es lo que ellas tienen que decir respecto a los oficios que ellas han mantenido en el tiempo”.
El programa PESPI, es un trabajo colaborativo entre la Asamblea de Pueblos Originarios del Valle de Elqui y el Departamento de Salud rural de Vicuña. Está presente en la comuna hace 2 años y busca acercar la medicina ancestral al sistema de salud pública y llegar tanto a la población indígena y no indígena.
Gloria Azola, encargada del Departamento Salud de Vicuña y parte de PESPI, habla sobre como la comunidad ha recepcionado estas jornadas “ha sido muy bien aceptado porque a pesar de que nosotros trabajamos con la medicina alópata, también se da para las personas que están reconocidas por los pueblos originarios o que se sientan parte de ellos, darles la alternativa de atención. Estamos en pandemia, ha sido complejo el poder hacer todas las actividades, las hicimos vía zoom, los conversatorios y todas las otras actividades que teníamos programadas, amoldándonos a este nuevo sistema”.
Jacylin Bujes, encargada de la oficina de interculturalidad de la Municipalidad de Vicuña, organismo que otorga apoyo a estas iniciativas, señala la importancia de que la comuna forme parte de las mismas “este fondo viene tarde a comparación de otras regiones. Acá por lo menos lleva 2 años, entonces este segundo año ha sido muy provechoso, en primer lugar da la oportunidad para insertar el conocimiento de que existe una medicina territorial finalmente y que ha permanecido siempre entre nuestras abuelas y abuelos”.
En la primera jornada de este encuentro, estuvo presente Nicha Rojas Luna, hierbatera de la localidad de Puyayes; mientras que Francisca Chinga, componedora de huesos y sobadora, entregó sus conocimientos en la segunda jornada.
La “abuela Nicha” como es conocida, es hierbatera y explica de donde proviene su don y como desarrolla su trabajo “tengo de los 10 años un don que me dejó mi abuelita y de ahí aprendí yo y desde ese tiempo que doy remedios, pero nunca le he cobrado a nadie porque los verdaderos hierbateros o médicos no cobran. Atiendo personas porque es lo que sé y yo también quiero que las personas aprendan de mí, porque yo tengo 78 años y no me voy a llevar mi sabiduría, no me la puedo llevar. Yo quiero enseñar lo poco que sé y a lo mejor es poco y mucho, porque yo me crié hasta el día de hoy con puras hierbas”.
Por su parte, Francisca Chinga, componedora de huesos y sobadora, se expresa con orgullo, al replicar la herencia de sus ancestros “este es un don de mis abuelos, entonces si uno lo sabe tiene que hacerlo porque esto se va dejando de herencia en herencia, no es que uno lo aprenda. Primero yo topeto a las personas, entonces mis manos me dicen que huesos están malos, ahí entro yo a trabajar. A mi casa llegan muchas personas, hay días que atiendo hasta 30, pero todas no se van a arreglar huesos, unos va a hacerse masajes de relajación y otras cosas. Venir a dar una charla de lo que yo sé hacer para mí es un orgullo, porque esto viene de mis abuelos, mis padres y ahora yo, entonces nosotros acá en el Valle de Elqui somos los únicos indios que quedamos, no somos mestizos”.
La finalidad de estas instancias, es abrir espacios para que las personas que se dedican a la medicina tradicional o ancestral del Valle de Elqui, conocidos también como “tesoros vivos”, transmitan toda su herencia, conocimientos y así ponerlos en valor.