Personal municipal entregó ayuda en mercadería y camas para la familia Torres, que vive a casi tres horas del centro de la ciudad.
La majada El Carrizal es la última vivienda habitada del sector rural de La Serena, en la precordillera, limita por el norte con la comuna vecina de La Higuera.
En este rincón inhóspito, rodeado de arbustos prácticamente secos, pumas y guanacos, vive la familia Torres desde hace más de 7 décadas.
Alejados a 110 kilómetros de distancia, si se parte desde la Plaza de Armas de La Serena, parece que no fuera tanto el recorrido, pero el camino trae consigo una verdadera travesía, entre huellas angostas, cuestas que parecen interminables y caminos arrasados por las quebradas, el tiempo para llegar es de casi 3 horas.
Estas rondas se realizan cada 20 días, por funcionarios de la Dirección de Seguridad Ciudadana del municipio serenense con el objetivo de conocer las necesidades de las personas que viven más alejadas de la ciudad.
“Este es un patrullaje preventivo, en el caso de ahora estamos tan lejos de La Serena casi a nivel cordillerano, es por una política del alcalde y que de alguna manera se centra en que podamos venir a los sitios que están más alejados para apoyar a las personas que están en este sector.
Ver que es lo que está sucediendo, qué es lo que necesitan y si es posible llevar esas inquietudes a la delegación rural y después a través de un trabajador social gestionar las ayudas”, aseguró Claudio Terán, Gestor Rural de Seguridad Ciudadana del municipio de La Serena.
Las últimas lluvias caídas en la región, fueron una bendición para la familia Torres, quienes ya no podían soportar más la falta de agua para sus animales y siembras. Pero el pasado temporal también trajo algunos problemas relacionados con la cantidad de nieve caída, la que alcanzó el metro de altura y derrumbó algunas de sus precarias construcciones.
“Nos parece bien y agradecemos mucho, cualquier ayuda se agradece, la vida aquí es difícil porque cuando llueve quedamos aislados, igual sirve la lluvia, pero para la nevada tuvimos varios días aislados, nos mojamos harto, se nos mojaron las piezas, yo no estaba porque andaba abajo, pero estaba mi mamá y mi papá y se nos cayeron los ranchos, que se aplastaron con la nieve”, comentó Teresita Torres, criancera de la majada El Carrizal.
Cajas de alimentos, catres y colchones se entregaron a esta familia, la que agradeció esta ayuda y también los patrullajes del personal de Seguridad Ciudadana con los que conversaron, rieron y plantearon que estaban más tranquilos por el agua que dejaron las pasadas lluvias.
“Yo soy nacido y criado aquí, ya tengo 43 años, es difícil, pero no hay otra opción de aguantar acá no más, porque el pueblo “pa” uno no sirve, uno está acostumbrado al cerro, con los animales, con los arbolitos, los huertos.
La ayuda para uno sirve, porque este tiempo ha estado malo. Como cuatro años malos que vinieron, yo ya quería vender todos mis animalitos e irme, ya estaba aburrido, puro gastar y no tenía “ni un dentro” y por lo menos este año pueden devolver algo las cabras, ahora en estos meses se ha arreglado, las alimento con el pasto del cerro”, afirmó Lionel Torres, criancero de la majada El Carrizal
Los hermanos Torres saben que los tiempos en la ciudad son muy difíciles y que todo se ha encarecido, lo que se traduce en un alto costo para adquirir mercadería para su subsistencia diaria. Pero aun así luchan por no dejar su majada, su casa y sus animales.
En el último tiempo, otra situación que tiene complicada a esta familia, son los constantes ataques del “León” (puma), el que ha matado a sus cabras, gallinas y pavos, lo que ha hecho disminuir el número de animales productores de queso, principal fuente de ingreso.
Cabe destacar, que el Departamento de Seguridad Ciudadana, a través de sus profesionales, continuará este trabajo de rondas preventivas para ayudar y conocer todas las necesidades de las personas del sector rural de La Serena.