La Playa Deportiva e Inclusiva de Peñuelas fue sede de una jornada familiar de psicomotricidad y baile entretenido, orientada principalmente a niñas, niños y jóvenes con espectro autista.
Seguir avanzando en inclusión, de manera real, respetando y valorando las habilidades y potencialidades propias es uno de los ejes de Coquimbo. En ese sentido, la comuna cuenta, desde noviembre, con una nueva sala de rehabilitación infantil con estrategia comunitaria, que se suma a los talleres y actividades que se vienen desarrollando orientadas a la neurodiversidad y a las personas en situación de discapacidad.
La más reciente se efectuó en la Playa Deportiva e Inclusiva de Peñuelas, instancia en la que participó la Escuela Especial El Sendero de Tierras Blancas, fundaciones y organizaciones; actividad que marcó el cierre del mes sobre la concienciación del autismo. En ella hubo circuitos de psicomotricidad y baile entretenido, siendo destacado por los presentes.
Para Francisca Peña, cuya hija participó de la actividad, la promoción de la actividad física en niñas y niños con espectro autista es muy relevante, ya que “a través de la psicomotricidad se puede trabajar diferentes áreas, entre ellas la resolución de conflictos, el seguimiento de instrucciones, aspectos que les ayuda mucho con el tiempo”.
Asimismo, agradeció la labor que realiza la Municipalidad de Coquimbo, a través de su Corporación de Deportes y el Departamento de Gestión Inclusiva. “Estas instancias que da el municipio son súper favorecedoras, ya que no todos tienen terapias aparte de lo que realizan en el colegio o no tienen la posibilidad de ir a consultorios o fundaciones”, señaló dicha vecina, quien se desempeña como terapeuta ocupacional.
Por su parte Anaís Iturrieta, profesora de la Escuela El Sendero, comentó que “estuvo muy entretenido todo, da la instancia que muchas personas vengan a participar de distintas actividades, así que maravilloso”.
FUNDACIONES EN POS DE LA INCLUSIÓN
Fundaciones como Semilla de Luz y Casa Girasoles poseen un rol primordial en Coquimbo, la primera mediante terapias fonoaudiológicas, psicológicas y educativas a niñas y niños con espectro autista; mientras que la segunda, a través de la contención psicoeducativa, la atención de la neurodivergencia y la generación de agentes de cambio inclusivos.
“Hemos tenido apoyo en muchas cosas, ha sido por una parte contribuir en lo que el municipio necesita, pero por otro lado nos ha servido para fortalecernos, poder postular a fondos y buscar maneras de entregar servicios a las personas y las familias”, explicó Vanil Alegre, psicóloga y vicepresidenta de Casa Girasoles.
En tanto Desirée Herrera, directora ejecutiva de Semilla de Luz, expresó que “todo lo que tenga que ver con psicomotricidad y que los niños puedan interactuar y ser incluidos en la sociedad es súper bueno. Mantener estos espacios para ellos es importante, porque aparte de las terapias que tienen, necesitan desarrollar la psicomotricidad, sobre todo en la playa, al aire libre, que mejor”.
Mientras que Ximena Muñoz, presidenta de la Unión Comunal de Discapacidad, destacó el impulso hacia la inclusión de la actual administración del alcalde Ali Manouchehri con distintas iniciativas. “Estamos contentos de visualizar el autismo, concientizar, de realizar actividades en conjunto. Ya tenemos el trabajo con las terapias de autismo para los chicos menores de 6 años y pretendemos seguir trabajando mancomunadamente en todos los otros ámbitos”, concluyó.